Compartir … siempre?

Habrán momentos en los que compartir no es la mejor opción?

Cuando estamos leyendo nuestras redes sociales, muchas veces recibimos información que rápidamente es desmentida por otra persona y demuestra que la información es falsa. Y qué si no hay quien desmienta o valide una noticia? o peor aún… qué pasa si son muchos quienes aceptan creer una noticia que pudiera ser falsa? La respuesta a esta pregunta responde parcialmente al título de esta publicación. Debemos ser muy cuidadosos al momento de compartir información, porque de lo contrario seremos parte de esta contaminación (tanto digital como por medios tradicionales) que a diario desbordan nuestras “bandejas de entrada”. Ojo que compartir información en un grupo no es obligatorio, el que yo pertenezca a un grupo no significa siempre o a diario “deba compartir información” , si no hay algo provechoso para compartir, es mejor no compartir nada. Un buen día a todos! cuidense mucho! o cualquier otro mensaje corto y sincero puede alegrarle el día a mucha gente, mucho más que el último Tik Tok. (si no sabe lo que es Tik Tok acá su enlace… https://www.tiktok.com/es/) Lo mismo que compartir en reuniones, hoy no es momento de ese tipo de compartir, aunque ganas no nos falten.

Volviendo a la pregunta, compartir siempre? estas épocas del Coronavirus nos lleva de forma directa a compartir de verdad. Complemento con “de verdad” porque por ejemplo, muchas empresas tienen programas de RSE , en las que se muestran responsables ante la sociedad que los acogen. Las actividades, de estos programas de RSE, son cubiertas por distintos medios de comunicación, que nos muestran y destacan las personas que se benefician, los directores, ejecutivos, voluntarios, etc, que hacen posible estas actividad de RSE y eso es muy bueno. Porque toda empresa, por reciprocidad a sus clientes y entorno, debe devolver esa preferencia y lealtad que recibe a diario mientras opera. Ahora a todos sin excepción además de la RSE antes descrita, van a tener que hacerlo con sus trabajadores, con sus proveedores, con sus mismos clientes de forma directa y tangible; van a tener que compartir todos de verdad, para que la ayuda sea la moneda de cambio de un nuevo sistema de mercado. A esa me refiero como una ayuda “de verdad”. Te doy un diagnóstico gratis, te ayudo en lo que pueda y luego busquemos juntos las mejores soluciones para todos los involucrados; establezcamos etapas y pensemos en el largo plazo y en toda la cadena de valor, para que una mano lave a la otra y las dos dejen limpia la cara. La realidad cambia y seguirá cambiando cada vez más rápido y profundo. Sin embargo siempre detrás de cada cambio, habrá oportunidades de mejorar, de ser más humanos y generosos, inclusive en aquellas funciones donde antes primaba la racionalidad, la ambición y el cálculo, como lo son los negocios.

Estoy seguro que una de las grandes joyas que nos deja esta pandemia será la de establecer , como lo dije antes, una nueva moneda de cambio, mucho más noble, valiosa, duradera , ANTI CORRUPTIBLE, como lo es la ayuda… la ayuda de verdad.

2 comments
  1. ¡Qué buena iniciativa!
    Le comento que, justamente, a causa de ese enorme caudal de información falsa y medias verdades que circulan a través de las redes sociales, hace dos semanas tomé la decisión de sustraerme de muchos grupos de Wsp. ¡Me saturé!
    Yo coincido con usted:
    Si lo que se va decir no aporta, ayuda o edifica, es mejor quedarse callado.
    Imagínese, si yo, siendo un hombre de prensa, que puede y tiene la capacidad de discernir, me vi amenzado por ese arrollador torrente de códigos y signos, al punto de ser presa del estrés, cómo serán las otras personas.
    Le confieso que estaba por volverme loco.
    El sustraerme de todo, o por lo menos parcialmente, me ha hecho muy bien, pues me ha permitido encontrarme con mi familia y compartir con ellos.
    Me sorprendí en varias oportunidades callando a mis hijos, postergado sus preguntas y la interacción con ellos, por nada más que estar prendido del celular. ¡Muy mal!
    Fue entonces que tomé la determinación de pedirme a mí mismo un comper y de sustraerme, aclaro, no del todo, de las RRSS.
    Es tiempo de recuperar a la familia.
    La cuarentena es mucho regalango que Dios nos hace para estar con los que más amamos: nuestra familia. ¡Es tiempo de sembrar en ellos!
    Es menester recuperar el tiempo perdido.
    La iniciativa suya es excelente, porque aporta significativamente con lo que está faltando: la verdad.
    ¡Enhorabuena querido amigo!

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